9 abr 2025
Actualmente las empresas Mexicanas enfrentan uno de los momentos más críticos en la historia del país, incertidumbre económica, política y social, no sólo a nivel local, sino también a nivel mundial. Ante este escenario, y el impacto que a diario vivimos del mismo, surge la pregunta ¿cuál es el rol que deben jugar las PyMES para poder sobrevivir? ¿Realmente el panorama es tan poco alentador? Tal vez no. Y como dice el dicho, tal vez lo que debemos hacer es ocuparnos y no preocuparnos.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), después de la pandemia de COVID-19, México experimentó una notable recuperación en la creación de nuevas empresas. Entre mayo de 2019 y mayo de 2023, nacieron aproximadamente 1.7 millones de micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes).
En 2023, se registró un incremento del 41.4% en el nacimiento de empresas en comparación con 2021, lo que refleja una recuperación significativa tras el impacto de la pandemia. Este aumento llevó el total de MiPymes en el país a 5.096.322, un 14.3% más que en 2021 y casi un 5% por encima de las cifras de 2019, antes de la emergencia sanitaria (Grupo Milenio).
A pesar de que estas cifras pueden ser halagadoras, el reto para estas MiPymes es sobrevivir la barrera de los 2 años, donde según el propio INEGI, sobreviven únicamente el 10% de las nuevas empresas. Si estos números se daban en condiciones relativamente estables, ahora con un contexto mucho más turbulento, ¿qué deben hacer las empresas para mantenerse, consolidarse y además crecer?
La respuesta sería adaptarse y seguir mejorando, y aunque pudiera parecer simple, implica muchas cuestiones a nivel sistémico que se deben contemplar y resolver.
Una empresa, independientemente de su tamaño, es un sistema complejo, ya que está conformada por elementos tangibles como las personas, los equipos, los recursos materiales, los espacios físicos, etc. Y también está conformada por elementos intangibles como el valor que provee a sus clientes, su reputación, su cultura organizacional, la solidez de su marca, entre otros.
Al hablar de que la empresa debe adaptarse y mejorar, se tienen que considerar todos estos aspectos tanto de manera individual, como en su conjunto, es decir, hacer un análisis de cuál es la situación actual y cuál debería ser la situación futura más conveniente. Es muy importante resaltar que no necesariamente se deba buscar lo que la empresa quiera, sino lo que la empresa necesita. Aquí es donde una mirada externa puede ser la clave para definir e indicar el camino que debe seguir una organización. Y si esta mirada externa adicionalmente de analizar los factores técnicos o duros, se enfoca también en la parte humana, en esos elementos intangibles que hacen único a ese equipo de trabajo, la probabilidad de realizar un diagnóstico más certero de las problemáticas a resolver crece exponencialmente.
Esa es la propuesta que ofrece Common y su equipo de consultores, generar valor de manera conjunta con las empresas a través del diseño de estrategias relevantes y que perduren a lo largo del tiempo. Un modelo de consultoría que permita definir las capacidades y características propias de una empresa para buscar potenciar sus virtudes y buscar aminorar o eliminar sus carencias. Es decir, ayudarle a los equipos de trabajo a identificar en donde se encuentran y guiarlos hasta donde quiere llegar, realizando cada vez mejor las tareas o actividades en el día a día.
Esta idea de mejorar desde dentro, de mejorar lo que se hace, y poderlo replicar para cada micro, pequeña y mediana empresa en México, sin duda, y en un mediano a largo plazo, impactaría de forma muy positiva a las capacidades productivas, económicas y sociales de nuestro país.
¿Estás lista, estás listo para emprender este desafiante pero al mismo tiempo motivante reto?
¿Estamos listos para resolver problemas mediante la mejora?
Luis Fernando Reséndez Maqueda
Common Consultant